Tendencias | 24 Jan 2024
Cómo evitar la condensación en las ventanas
La llegada del frío y la lluvia propician el aumento de la humedad presente en el ambiente, lo que hace que un fenómeno como el de la condensación en ventanas sea habitual.
Los vidrios son el punto más frío de la casa y, al entrar en contacto con el aire humedecido, se da este fenómeno. Esto puede acarrear que aparezcan moho y hongos en la pared. Y es que es un problema que, si no se trata correctamente, puede llegar a causar problemas de transpiración en tu hogar.
Por eso hoy te contamos cómo evitar la condensación en las ventanas: ¡Toma nota!
Pero antes y con el frío a flor de piel, esto te puede interesar: ¿Cómo aislar las ventanas del frío?
Cuál es la causa de la condensación en las ventanas
La condensación en las ventanas ocurre cuando el aire caliente y húmedo en el interior de una habitación entra en contacto con superficies frías, como el vidrio de las ventanas.
Cuando el aire caliente se enfría al entrar en contacto con la superficie fría, su capacidad para retener humedad disminuye y el exceso de humedad se convierte en agua líquida, formando gotas de agua en la superficie de la ventana. Este fenómeno suele ocurrir en condiciones de clima frío, especialmente durante el invierno.
Algunas de las causas más habituales de la condensación en las ventanas son:
- Diferencia de temperatura: Si el vidrio de la ventana está más frío que el aire interior, se produce condensación cuando el aire caliente y húmedo entra en contacto con la superficie fría.
- Falta de ventilación: La falta de una ventilación adecuada puede aumentar la humedad en el interior de la casa, lo que contribuye a la aparición de la condensación. Esto es común en espacios cerrados con poca circulación del aire.
- Actividades que generan vapor: Cocinar, bañarse o secar la ropa en el interior puede liberar vapor de agua en el aire, aumentando la humedad y contribuyendo a la condensación.
Factores que influyen en la condensación de las ventanas
Hay ciertos aspectos a tener en cuenta para evitar la condensación en las ventanas. Uno de ellos es la calidad de sellado: Si hay fugas de aire alrededor de las ventanas, estas pueden permitir que el aire frío del exterior entre en contacto con el vidrio, aumentando las probabilidades de condensación.
Otro factor es el aislamiento de las ventanas: Las ventanas con doble acristalamiento o vidrios de baja emisividad (vidrios bajo emisivos) pueden ayudar a reducir la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.
Y sin embargo, es necesario prestar especial atención a la calidad y tipología de los materiales y del vidrio de la ventana, como vemos a continuación.
Materiales resistentes a la condensación
Un elemento esencial con el que las ventanas pueden contrarrestar la humedad es el tipo de material con el que se fabrican, que debe de ser resistente y altamente aislante.
En caso de no emplear materiales lo suficientemente resistentes o sistemas que aíslen la temperatura exterior, pueden surgir acumulaciones de aire que resulten en humedad en las ventanas.
Por lo tanto, especialmente en regiones frías y húmedas, es recomendable contar con ventanas de alto rendimiento en términos de aislamiento térmico, las cuales impidan que la temperatura externa afecte a la del interior y que utilicen materiales resistentes.
Cuando nos referimos a materiales resistentes a la humedad, no sólo aludimos a su capacidad como buenos aislantes térmicos.
Por ejemplo, la madera presenta una baja conductividad térmica, lo que dificulta la generación de acumulaciones de aire en sus perfiles; sin embargo, debido a su naturaleza porosa, es más propensa a filtraciones y requiere de mantenimiento para conservar sus propiedades, especialmente en las áreas con contacto frecuente con el agua.
Contrariamente, el aluminio es muy resistente, aunque también es un excelente conductor térmico. Se calienta o enfría rápidamente y, por ello, sin un aislamiento adecuado, es probable que el aire se condense sobre los perfiles, generando humedad alrededor de la ventana.
Tanto para la madera como para el aluminio, existen soluciones con buenos resultados ante la condensación en climas fríos y húmedos.
La madera puede recibir tratamientos para aumentar su resistencia a los episodios meteorológicos, y actualmente las ventanas de aluminio utilizan también sistemas que mejoran significativamente su aislamiento térmico.
Una elección adecuada para proteger las ventanas de la condensación es el PVC. Este material es duradero, requiere de poco mantenimiento y cuenta con una baja conductividad térmica, lo que lo convierte en un excelente aislante térmico.
Sin embargo, a pesar de utilizar un material resistente a la humedad en los perfiles de las ventanas, es recomendable fortalecer también el aislamiento con ventanas con rotura de puente térmico. De esta manera, se interrumpe la transmisión térmica de entre el interior y el exterior, y viceversa, evitando los cambios bruscos de temperatura que pueden ocasionar acumulaciones de humedad.
La calidad del vidrio de las ventanas
¿Sabías qué la calidad del vidrio de la ventana juega un papel primordial para evitar la condensación?
La composición y tipo de vidrio es uno de los principales causantes o evitadores de la condensación en las ventanas.
En ese sentido, hay ventanas que reúnen ciertas prestaciones perfectas para decir “adiós” a la humedad:
Ventanas de doble acristalamiento
Las ventanas de doble acristalamiento son la respuesta a cómo evitar la condensación en ventanas.
Disponen de canal térmico, pieza que conecta los dos cristales de la ventana. Gracias al mismo, además de conseguir hacer desaparecer la condensación, obtendrás mayor confort y eficiencia energética en tu hogar.
Esto conlleva que se pierda mucho menos calor con lo que el uso de la calefacción disminuye. Por tanto, reducirás notablemente el importe de la factura de la luz.
Más tips para evitar la humedad en las ventanas
Sin duda alguna, el tipo de material y la calidad del vidrio son clave. No obstante también hay algunos sencillos consejos que podrían servirte de utilidad:
Ventila la vivienda a diario
La condensación de las ventanas surge al realizar acciones tan cotidianas como pueden ser abrir la puerta del horno encendido, darnos una ducha caliente o hervir agua en una olla. También afectan otros factores como la zona donde vivas o la orientación de tu casa.
Sea como sea, la aireación es una de las mejores formas de hacer frente a la condensación. Esto se debe a que abrir las ventanas ayuda a que circule mejor el aire y a prevenir las humedades.
Por ello, ventilar cada día es esencial. Hazlo a diario aunque haga mucho frío y recuerda dejar abiertas las puertas de las habitaciones para que el aire pueda circular con mayor libertad.
Controla la temperatura media en tu hogar
Es fundamental no poner la calefacción muy alta en invierno, ya que un gran contraste de temperatura aumenta la condensación en ventanas. Lo ideal es mantenerla por encima de 17º, pero sin que exista un calor excesivo para evitar el choque de temperaturas. En torno a los 20º y 23º aproximadamente.
Para controlar la temperatura media, un termómetro puede ser tu mejor aliado. También puedes usar el termostato del sistema de calefacción de tu hogar.
3. Renueva tus ventanas
Como has podido leer, renovar tus ventanas es clave para evitar la condensación en las ventanas. Tanto el perfil como los vidrios.
En concreto, te recomendamos ventanas de doble acristalamiento con vidrios bajo emisivos.
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